Se desconoce con exactitud la fecha de creación de la escolta romana. Las menciones escritas más antiguas de las que tenemos constancia documental están en los estatutos de 1806 y en la posterior ampliación de los mismos de 1862, en los que se cita a la Escolta como un componente más de la cofradía y de larga tradición en ella. Dado que es difícil, o imposible, entender la ceremonia del Paso sin su presencia, y que ésta tiene sus raíces en el siglo de oro, ligamos su origen al de la Citada Ceremonia, en algún momento del último tercio del siglo XVI. Inspiradora de otras escoltas jerezanas y pionera también en escoltar los calderos con la comida que se daba a pobres y presos, la Escolta de Jesús comienza sus funciones en la madrugada del Viernes Santo, sus trece componentes hacen un “pasacalles”, recordando que el comienzo del Sermón de Pregones está cerca y la consiguiente salida de Nuestro Padre Jesús. Durante el Sermón de Pregones durante el que también es esencial su participación.
Una vez en la Plaza, se celebra la Ceremonia de “El Paso” o el Encuentro donde por tres veces impiden al paso a la Virgen para que vea a su hijo Jesús, hasta que al cuarto intento, y ante las palabras de la Buena Mujer, le dejan pasar.
Finalizada la procesión, acompañan a los representantes de todas las cofradías jerezanas en el Recorrido Oficial de Sagrarios y por la tarde vuelven a desfilar en la Procesión del Santo Entierro.
Antonio M. Rivera Carrasco
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